Causa consternación ver como el dinero del Estado se mal gasta en campañas mentirosas y difamatorias en contra de quienes no subyugan sus ideas o expresiones al régimen, son millones de Dólares que bien se pudieran usar para obras que generen beneficios en lugar de tirrias y burdas propagandas. Pero de todas las ignominias pagadas con nuestro dinero no hay gasto mas injusto e inmoral que el pagar con ocho mil Dólares mensuales al mayor oprobio que el periodismo del Ecuador haya podido abortar, para que desde la ventana pública de un canal incautado por el Estado sea el azacán de quienes bien consentido tienen a su can, mismo que ha sido entrenado para desacreditar y pitorrearse de sus invitados, es así que el canecillo demuestra su poca casta al desconocer el concepto del respeto por los demás pues no se han salvado de su runa prosapia: civiles, Asambleístas, Prefectos, ex Presidentes etc.
El dinero del erario nacional es sagrado, es producto del trabajo de todos los ecuatorianos así mismo el que produce un medio de comunicación en manos del gobierno, su uso debe ser por demás digno y justo, pagar para que un personaje de exigua moral someta a la audiencia televisiva a espectar la más insigne antítesis de los principios periodísticos es inmoral y antiético, pues este can es un multiplicador de la perdida de valores que el Gobierno del dictador ha lanzado a la fama y alimenta con los mimos del “Goebbels criollo” quien le acaricia el pelaje mientras su tuso mueve la cola. Cuando me refiero al impresentable personaje como “can” lo hago emulando la tendencia que en redes sociales bautizó al esperpento como “#pulgoso” (por su actitud perruna al régimen) después de la “entrevista” a un Prefecto indígena quien con mayor habilidad que él, desmintió sus infamias y colateralmente destapó algunas perlas del pusilánime agresor evitando así la contumaz y seguro infecciosa mordida, de esta forma quedó demostrado en el indigno personaje su atrevida inconsistencia, su mala fé, su poca alcurnia, su deficiencia moral, y falta de pedigrí.
Por lo anterior el “pulgoso” debería en adelante salir a la calle con collar, no vaya a ser que algún camión de la perrera se lo lleve a encerrar por su ruin apariencia ética, toda vez que ya le tiene que haber quedado claro: que no hay que ser tan “perro”.
Fernando Balda.
Entrevista en canal del Estado al Prefecto de Zamora Chinchipe Salvador Quishpe: http://www.ecuadorenvivo.com/2012032288435/politica/quishpe-_periodista_ochoa_gana_8.000_dolares_para_difamar_todas_las_mananas.html