No es la primera vez que la embajada de Ecuador en Colombia arremete contra Fernando Balda, actuando impropiamente conforme a sus deberes diplomáticos, ya lo hizo en Junio de 2012 después de mi primer secuestro en Bogotá, cuando el reconocido columnista de diario El Mundo de Medellín, Juan Paz, escribió sobre este servidor un elogioso artículo titulado «El Perseguido». Aquella vez el embajador Raúl Vallejo Corral despotricó contra mí toda clase de acusaciones que más que un aclaratorio buscaban dañar mi imagen. Es así que resulta una paradoja, que en su carta de reclamo a Diario El Mundo, el embajador proclamaba a todos los vientos que Fernando Balda «no era una figura de importancia política en Ecuador», a la vez que se tomaba la molestia, como ahora, de emitir sendo comunicado en mi contra. En esta segunda ocasión, ante lo publicado por Revista Semana el 28 de Enero, Vallejo hace algunos reclamos y aseveraciones las cuales vamos a contestar una a una a continuación:
Señor embajador, Usted dice que:
“El traslado del señor Balda se realizó de la única manera admisible: de conformidad con la Ley.»
Evidentemente en detrimento de su condición de embajador, Usted no conoce el contenido de la Carta de San José de Costa Rica sobre los Derechos Humanos de la que Colombia y Ecuador son signatarios, y que establece que ninguna persona puede ser deportada a un país, así sea el de origen, si en ese país se lo persigue por sus opiniones políticas o donde su vida se encuentre amenazada. De tal manera que, habiendo yo sufrido dos atentados criminales en Colombia como lo es el secuestro y habiendo las autoridades judiciales de ese país comprobado que los autores de ese execrable crimen fueron agentes de inteligencia enviados desde Ecuador para cometer este delito de lesa humanidad, y habiendo esto sido de dominio público y de pleno conocimiento jurídico del gobierno de Colombia, de su cancillería, ministerio de justicia, migración, fiscalía, policía etc. – Pues todos estos estamentos tuvieron acceso directo a la información de los hechos- al deportarme a Ecuador se violaron mis Derechos Humanos, los de mi esposa y cuatro hijos que quedaron abandonados y sin sustento, abundados de terror por los antecedentes de persecución criminal evidenciados, durante angustiosos días hasta que pudieron venir a Ecuador. Por ello mis Abogados adelantan acciones mediante las cuales demandaremos al Estado colombiano y su gobierno por la clara violación a mis Derechos Humanos y los de mi familia, por los principios del derecho internacional que obviamente Usted señor embajador ha demostrado desconocer con sus afirmaciones. Los otros delitos por los que me persigue el gobierno de Correa, para el que Usted trabaja, señor embajador, son delitos de opinión «injurias» es decir por lo que ha salido de mi boca al denunciar los actos de corrupción. De mi boca no han salido balas delincuenciales, sino palabras. Esto también se enmarca en lo establecido por la carta humanista.
Luego Usted dice: «Esto en el marco del excelente momento en la relación entre los dos países (Colombia y Ecuador), con mutuo respeto de nuestras soberanías”
Yo le pregunto a Usted señor embajador, cree que después que agentes de inteligencia del Ecuador violaron la soberanía de Colombia para secuestrarme, esas «excelentes relaciones» se mantendrán? Pues ya la opinión pública de Colombia tilda de traidor y vende patria al Presidente Juan Manuel Santos por su silencio ante lo sucedido, hay que ver hasta cuando el dique aguanta la presión. Más aún cuando su jefe el presidente Correa es detestado por la mayoría de los colombianos.
Usted dice: “El Estado ecuatoriano requirió a través de la Embajada en Colombia, en estricto apego a la Ley, que el señor Fernando Balda sea puesto a disposición de la justicia nacional, con la finalidad de que responda por una sentencia y un juicio pendientes. El pedido fue puesto en consideración de las autoridades colombianas. Este procedimiento se aplica en todos los casos, ante los requerimientos de la justicia de nuestros países” Tras el mencionado pedido, “Migración Colombia decidió expulsar al señor Balda, y fue trasladado a Ecuador para ser puesto a disposición de las autoridades competentes”.
Sépalo Usted señor embajador, que migración personalmente me notificó con fecha 6 de Junio de 2012 de vuestro pedido, sin embargo se me notificó también que después de haber analizado de forma independiente vuestra solicitud procedió a desistir de deportarme pues habían determinado que a pesar de lo aseverado y solicitado por Usted habían negado mi deportación pues consideraron que se trataba de un tema político. Sin embargo de forma misteriosa, después de mi segundo secuestro y cuando la fiscalía ya había descubierto que los autores eran agentes de inteligencia ecuatorianos, de forma muy extraña migración Colombia procede a deportarme tras vuestras confesas insistencias.
Los documentos a los que hago referencia los haré públicos en los próximos días así como he hecho públicos algunos detalles de mis dos secuestros. Pero por otro lado de acuerdo a lo mencionado por Usted, sería bueno saber a cuantos verdaderos delincuentes que han asesinado, violado y robado y que se encuentran prófugos, mediante sus «buenos oficios» ha logrado deportar a Ecuador mediante impresionantes operativos como el que hicieron conmigo enviándome en el avión militar que usa el vicepresidente de Colombia para sus actividades? Tranquilo embajador, no se esfuerce, todos los ecuatorianos conocemos la respuesta.
En su misiva también expresa: “Fernando Balda se presentaba como Asambleísta ecuatoriano pero en realidad es un Asambleísta suplente que nunca actuó como principal y que solo llegó a ese puesto tras la muerte de un coideario. Desde el año 2009″ Señor embajador, siento profunda pena que el gobierno de mi país confiese tan exigua diplomacia, sépalo Usted que yo obtuve 630.500 votos en las urnas, que la calidad de Asambleísta Alterno no me la puede quitar Usted ni nadie, a mí me eligieron soberanamente cientos de miles de ecuatorianos, a Usted lo designó un solo hombre, que de paso es un tirano. Suceder en el cargo a un Honorable legislador como lo fue mi amigo y compañero Julio Logroño es para mí un honor y una responsabilidad, que vuestro gobierno ha impedido con las repetidas órdenes de prisión en mi contra para tratar de parar mi fiscalización a los innumerables y escandalosos actos de corrupción de su gobierno, lo cual no han podido lograr, pues sin necesidad de pisar la alfombra roja he fiscalizado y revelado al país y al mundo los más escandalosos actos de corrupción del gobierno de Correa. Es más, ni aun estando yo preso lo han impedido. Hoy he revelado el verdadero rostro criminal de la dictadura para la que Usted trabaja al hacer público las pruebas sobre la identidad de quienes me secuestraron, y le aseguro señor Embajador que esta es solo la punta del ovillo. Tenga por seguro que tendrán que enviar muchas cartas de reclamo más, a medios de comunicación de todo el mundo para ver si pueden tapar el sol con un dedo.
Usted ha dicho: «El señor Balda ha enfrentado procesos judiciales por tenencia ilegal de armas, alimentos, estafa, entre otros casos» con el protervo fin de hacerme parecer como un peligroso delincuente. Señor embajador, aún si fueran ciertas sus falsas afirmaciones, Usted ha violado la sagrada carta magna ecuatoriana que como mandato aprobado en referéndum establece que ninguna persona podrá ser discriminada por su pasado judicial, raza, religión, filiación política etc… No obstante le aclaro que las únicas causas vigentes en mi contra son las interpuestas por el gobierno de su jefe Rafael Correa. Que mi detención por portar un arma de cacería fue solo hasta que se aclaró que era de fabricación artesanal y su uso si estaba permitido en aquella época. Que los juicios por pensiones alimenticias son parte de la decisión jurídica de las partes y suceden al 90% de los juicios de divorcio. Y así podría ir desvirtuando cada acto de mala fe suyo. Pero han sido tantos! … Y que hasta antes de que vuestro gobierno me encarcelara mi récord policial a fecha del 10 de Octubre de 2012 siempre ha sido así:
Usted ha dicho: «Hoy está privado de su libertad por ‘injuria no calumniosa grave’ y ‘delito contra la seguridad del Estado». Otra Paradoja, resulta el hecho que vuestro gobierno me condenó por denunciar que se investigue una oficina de espionaje del gobierno de vuestro jefe, sin embargo al descubrirse quienes son los autores de mi secuestro en Bogotá no solo se descubre que los señalados en mi denuncia hacen espionaje internacional sino que también cometen actos criminales. Vale reseñar que a la corte que me juzgó y me declaró culpable bajo la acusación de (atentar contra la seguridad del Estado, alterar el orden público y desestabilizar la democracia) le destituyeron al presidente de la misma para dar nombramiento a uno nuevo, tal como hicieron con el caso de Diario El Universo y juzgarme mediante un evidente mandato ejecutivo. Incesto aberrante, del poder político sobre el judicial. Un juicio que duró 16 horas y en el que los jueces deliberaron 14 minutos para declararme culpable, sin que estuviera presente ninguno de mis acusadores quienes son Rafael Correa y su secretario jurídico Alexis Mera. Sin embargo hasta el día de hoy, han pasado 30 días y no ha sido notificada la condena! Será acaso porque se les ha advertido que tendrán que enfrentar la repetición a su injusta sentencia.
Usted dice: «que es falso que la Embajada de Ecuador en Colombia haya realizado “una fuerte protesta” frente a una conferencia del 9 de mayo de 2012 organizada por la Fundación Internacionalismo Democrático, del ex Presidente Álvaro Uribe.». Aunque compete a Revista Semana responder este reclamo. Yo sí puedo precisar que vuestro jefe Rafael Correa si arremetió contra la realización de ese evento de forma pública acusando a la oposición de conspirar junto al ex Presidente Uribe, esto fue publicado en varios medios de comunicación. Lo cual se entiende también debe ser, como siempre, obedientemente vuestra sumisa posición. Pero vea señor embajador, lo que nos va revelando este análisis! también, esta declaración de su jefe Correa lo convierte en sospechoso de haber conocido detalles de la reunión con el ex Presidente Uribe mediante el espionaje que realizó el agente de Inteligencia de Ecuador Raúl Chicaiza y otros individuos que allí estuvieron como infiltrados. Es así que el pez podría morir por su propia boca.
Usted ha dicho: “No cabría que objetemos la libertad de reunión, peor en territorio colombiano. Las únicas respuestas que la Embajada de Ecuador le ha dado al ex Presidente Uribe datan de noviembre de 2011″
Y ahora ha quedado comprobado que inteligencia del gobierno de Correa se infiltró en las reuniones del ex Presidente de Colombia. Que va a decir Usted? déjese de hipocresías Señor embajador, ese es el respeto que Usted dice tener a libertad de reunión en un suelo extranjero donde Usted es un huésped.!? Ese es el respeto que Usted le expresa a un gran líder y ex Presidente de Colombia? que forjó la seguridad como fuente de recursos para que Colombia sea el país en el que Usted actualmente puede vivir sin el peligro terrorista que existía hace una década, y que Uribe supo mermar hasta lo que es ahora. Y que se retiró del poder con el 84% de aceptación de los colombianos.
Para concluir, Usted expresa en la carta: “Semana señala que lo descrito en su artículo parece sacado de una novela de espionaje internacional’, sin embargo, tenemos que precisar, una buena novela de espionaje es siempre verosímil. En fin, en vista de que Semana proclama hacer periodismo, no novelas –aunque sean malas–». Con esta chuchumeca y evidentemente mal intencionada comparación, Usted marca de forma clara su posición de «supuesta incredulidad» a hechos que han sido públicos y notorios, y más bien pareciera intención de encubrimiento, contraviniendo sus mismas palabras en el párrafo donde dice: «En relación con la denuncia de Fernando Balda de un intento de secuestro, el embajador Vallejo expresó que “esta requiere la investigación por parte de las autoridades competentes para esclarecerla y, de comprobarse que es cierta, sancionar a los responsables”. Esta falta de sindéresis se ha destacado en vuestras comunicaciones, inevitable falta cuando se persigue y se pretende descalifica a todo aquel que muestra el rostro oscuro de la tiranía y que no ha cometido más actos que la de defender principios democráticos y velar celoso por el erario nacional. Una muestra más de la persecución en mi contra es la injuriosa y maliciosa declaración de su jefe inmediato, el Canciller Ricardo Patiño Aroca, quien continuando con el marcado estilo de animadversión a mi persona miente de forma descarada ante los medios de comunicación de Ecuador y el mundo diciendo que INTERPOL había emitido contra Fernando Balda una boleta roja, la cual, de acuerdo a la norma internacional se emite en contra de verdaderos criminales que hayan cometido crímenes de lesa humanidad considerados transnacionales, como terrorismo, violación etc. Entre ellos el secuestro que fue el delito cometido contra mí en Bogotá, las aseveraciones del pérfido canciller fueron desmentidas de manera contundente en sendos reportajes por varios medios de comunicación que informaron que la oficina principal de INTERPOL ubicada en Lion Francia había notificado a la policía de Ecuador que no emitirá boleta en contra de Fernando Balda porque después de una investigación independiente llegaron a la conclusión que el caso es predominantemente político. Ver notificación de INTERPOL:
http://www.eluniverso.com/2012/12/06/1/1355/interpol-quiso-emitir-alerta-azul-contra-balda.html
Pero quien demanda al canciller y a Usted señor embajador por tanta injuria e infamia en mi contra? Tal vez yo debería hacerlo. A quedado comprobada la mentira del Canciller, y desmentida su infamia. Se ha revelado como el afán por hacerme daño ha sido constante, infame, malicioso y perverso.
Es así que con lo anterior, quedan demostradas una vez más las ignominias del Embajador, la animadversión desproporcionada, la persecución política, demencial, y la exigua diplomacia de quinto patio que los padres de la patria ecuatoriana ejercen contra mí mediante las vísceras de pusilánimes agresores.
La verdad no necesita defensa, se demuestra sola. Ese no es un invento de los hombres, es un principio divino.
Fernando Balda.
@fernandobalda