Las Mentiras del Embajador. (Parte II)

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No es la primera vez que la embajada de Ecuador en Colombia arremete contra Fernando Balda, actuando impropiamente conforme a sus deberes diplomáticos, ya lo hizo en Junio de 2012 después de mi primer secuestro en Bogotá, cuando el reconocido columnista de diario El Mundo de Medellín, Juan Paz, escribió sobre este servidor un elogioso artículo titulado «El Perseguido». Aquella vez el embajador Raúl Vallejo Corral despotricó contra mí toda clase de acusaciones que más que un aclaratorio buscaban dañar mi imagen. Es así que resulta una paradoja, que en su carta de reclamo a Diario El Mundo, el embajador proclamaba a todos los vientos que Fernando Balda «no era una figura de importancia política en Ecuador», a la vez que se tomaba la molestia, como ahora, de emitir sendo comunicado en mi contra. En esta segunda ocasión, ante lo publicado por Revista Semana el 28 de Enero, Vallejo hace algunos reclamos y aseveraciones las cuales vamos a contestar una a una a continuación:

Señor embajador, Usted dice que:
“El traslado del señor Balda se realizó de la única manera admisible: de conformidad con la Ley.»
Evidentemente en detrimento de su condición de embajador, Usted no conoce el contenido de la Carta de San José de Costa Rica sobre los Derechos Humanos de la que Colombia y Ecuador son signatarios, y que establece que ninguna persona puede ser deportada a un país, así sea el de origen, si en ese país se lo persigue por sus opiniones políticas o donde su vida se encuentre amenazada. De tal manera que, habiendo yo sufrido dos atentados criminales en Colombia como lo es el secuestro y habiendo las autoridades judiciales de ese país comprobado que los autores de ese execrable crimen fueron agentes de inteligencia enviados desde Ecuador para cometer este delito de lesa humanidad, y habiendo esto sido de dominio público y de pleno conocimiento jurídico del gobierno de Colombia, de su cancillería, ministerio de justicia, migración, fiscalía, policía etc. – Pues todos estos estamentos tuvieron acceso directo a la información de los hechos- al deportarme a Ecuador se violaron mis Derechos Humanos, los de mi esposa y cuatro hijos que quedaron abandonados y sin sustento, abundados de terror por los antecedentes de persecución criminal evidenciados, durante angustiosos días hasta que pudieron venir a Ecuador. Por ello mis Abogados adelantan acciones mediante las cuales demandaremos al Estado colombiano y su gobierno por la clara violación a mis Derechos Humanos y los de mi familia, por los principios del derecho internacional que obviamente Usted señor embajador ha demostrado desconocer con sus afirmaciones. Los otros delitos por los que me persigue el gobierno de Correa, para el que Usted trabaja, señor embajador, son delitos de opinión «injurias» es decir por lo que ha salido de mi boca al denunciar los actos de corrupción. De mi boca no han salido balas delincuenciales, sino palabras. Esto también se enmarca en lo establecido por la carta humanista.
Luego Usted dice: «Esto en el marco del excelente momento en la relación entre los dos países (Colombia y Ecuador), con mutuo respeto de nuestras soberanías”
Yo le pregunto a Usted señor embajador, cree que después que agentes de inteligencia del Ecuador violaron la soberanía de Colombia para secuestrarme, esas «excelentes relaciones» se mantendrán? Pues ya la opinión pública de Colombia tilda de traidor y vende patria al Presidente Juan Manuel Santos por su silencio ante lo sucedido, hay que ver hasta cuando el dique aguanta la presión. Más aún cuando su jefe el presidente Correa es detestado por la mayoría de los colombianos.

Usted dice: “El Estado ecuatoriano requirió a través de la Embajada en Colombia, en estricto apego a la Ley, que el señor Fernando Balda sea puesto a disposición de la justicia nacional, con la finalidad de que responda por una sentencia y un juicio pendientes. El pedido fue puesto en consideración de las autoridades colombianas. Este procedimiento se aplica en todos los casos, ante los requerimientos de la justicia de nuestros países” Tras el mencionado pedido, “Migración Colombia decidió expulsar al señor Balda, y fue trasladado a Ecuador para ser puesto a disposición de las autoridades competentes”.

Sépalo Usted señor embajador, que migración personalmente me notificó con fecha 6 de Junio de 2012 de vuestro pedido, sin embargo se me notificó también que después de haber analizado de forma independiente vuestra solicitud procedió a desistir de deportarme pues habían determinado que a pesar de lo aseverado y solicitado por Usted habían negado mi deportación pues consideraron que se trataba de un tema político. Sin embargo de forma misteriosa, después de mi segundo secuestro y cuando la fiscalía ya había descubierto que los autores eran agentes de inteligencia ecuatorianos, de forma muy extraña migración Colombia procede a deportarme tras vuestras confesas insistencias.
Los documentos a los que hago referencia los haré públicos en los próximos días así como he hecho públicos algunos detalles de mis dos secuestros. Pero por otro lado de acuerdo a lo mencionado por Usted, sería bueno saber a cuantos verdaderos delincuentes que han asesinado, violado y robado y que se encuentran prófugos, mediante sus «buenos oficios» ha logrado deportar a Ecuador mediante impresionantes operativos como el que hicieron conmigo enviándome en el avión militar que usa el vicepresidente de Colombia para sus actividades? Tranquilo embajador, no se esfuerce, todos los ecuatorianos conocemos la respuesta.

En su misiva también expresa: “Fernando Balda se presentaba como Asambleísta ecuatoriano pero en realidad es un Asambleísta suplente que nunca actuó como principal y que solo llegó a ese puesto tras la muerte de un coideario. Desde el año 2009″ Señor embajador, siento profunda pena que el gobierno de mi país confiese tan exigua diplomacia, sépalo Usted que yo obtuve 630.500 votos en las urnas, que la calidad de Asambleísta Alterno no me la puede quitar Usted ni nadie, a mí me eligieron soberanamente cientos de miles de ecuatorianos, a Usted lo designó un solo hombre, que de paso es un tirano. Suceder en el cargo a un Honorable legislador como lo fue mi amigo y compañero Julio Logroño es para mí un honor y una responsabilidad, que vuestro gobierno ha impedido con las repetidas órdenes de prisión en mi contra para tratar de parar mi fiscalización a los innumerables y escandalosos actos de corrupción de su gobierno, lo cual no han podido lograr, pues sin necesidad de pisar la alfombra roja he fiscalizado y revelado al país y al mundo los más escandalosos actos de corrupción del gobierno de Correa. Es más, ni aun estando yo preso lo han impedido. Hoy he revelado el verdadero rostro criminal de la dictadura para la que Usted trabaja al hacer público las pruebas sobre la identidad de quienes me secuestraron, y le aseguro señor Embajador que esta es solo la punta del ovillo. Tenga por seguro que tendrán que enviar muchas cartas de reclamo más, a medios de comunicación de todo el mundo para ver si pueden tapar el sol con un dedo.
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Usted ha dicho: «El señor Balda ha enfrentado procesos judiciales por tenencia ilegal de armas, alimentos, estafa, entre otros casos» con el protervo fin de hacerme parecer como un peligroso delincuente. Señor embajador, aún si fueran ciertas sus falsas afirmaciones, Usted ha violado la sagrada carta magna ecuatoriana que como mandato aprobado en referéndum establece que ninguna persona podrá ser discriminada por su pasado judicial, raza, religión, filiación política etc… No obstante le aclaro que las únicas causas vigentes en mi contra son las interpuestas por el gobierno de su jefe Rafael Correa. Que mi detención por portar un arma de cacería fue solo hasta que se aclaró que era de fabricación artesanal y su uso si estaba permitido en aquella época. Que los juicios por pensiones alimenticias son parte de la decisión jurídica de las partes y suceden al 90% de los juicios de divorcio. Y así podría ir desvirtuando cada acto de mala fe suyo. Pero han sido tantos! … Y que hasta antes de que vuestro gobierno me encarcelara mi récord policial a fecha del 10 de Octubre de 2012 siempre ha sido así:

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Usted ha dicho: «Hoy está privado de su libertad por ‘injuria no calumniosa grave’ y ‘delito contra la seguridad del Estado». Otra Paradoja, resulta el hecho que vuestro gobierno me condenó por denunciar que se investigue una oficina de espionaje del gobierno de vuestro jefe, sin embargo al descubrirse quienes son los autores de mi secuestro en Bogotá no solo se descubre que los señalados en mi denuncia hacen espionaje internacional sino que también cometen actos criminales. Vale reseñar que a la corte que me juzgó y me declaró culpable bajo la acusación de (atentar contra la seguridad del Estado, alterar el orden público y desestabilizar la democracia) le destituyeron al presidente de la misma para dar nombramiento a uno nuevo, tal como hicieron con el caso de Diario El Universo y juzgarme mediante un evidente mandato ejecutivo. Incesto aberrante, del poder político sobre el judicial. Un juicio que duró 16 horas y en el que los jueces deliberaron 14 minutos para declararme culpable, sin que estuviera presente ninguno de mis acusadores quienes son Rafael Correa y su secretario jurídico Alexis Mera. Sin embargo hasta el día de hoy, han pasado 30 días y no ha sido notificada la condena! Será acaso porque se les ha advertido que tendrán que enfrentar la repetición a su injusta sentencia.

Usted dice: «que es falso que la Embajada de Ecuador en Colombia haya realizado “una fuerte protesta” frente a una conferencia del 9 de mayo de 2012 organizada por la Fundación Internacionalismo Democrático, del ex Presidente Álvaro Uribe.». Aunque compete a Revista Semana responder este reclamo. Yo sí puedo precisar que vuestro jefe Rafael Correa si arremetió contra la realización de ese evento de forma pública acusando a la oposición de conspirar junto al ex Presidente Uribe, esto fue publicado en varios medios de comunicación. Lo cual se entiende también debe ser, como siempre, obedientemente vuestra sumisa posición. Pero vea señor embajador, lo que nos va revelando este análisis! también, esta declaración de su jefe Correa lo convierte en sospechoso de haber conocido detalles de la reunión con el ex Presidente Uribe mediante el espionaje que realizó el agente de Inteligencia de Ecuador Raúl Chicaiza y otros individuos que allí estuvieron como infiltrados. Es así que el pez podría morir por su propia boca.

Usted ha dicho: “No cabría que objetemos la libertad de reunión, peor en territorio colombiano. Las únicas respuestas que la Embajada de Ecuador le ha dado al ex Presidente Uribe datan de noviembre de 2011″
Y ahora ha quedado comprobado que inteligencia del gobierno de Correa se infiltró en las reuniones del ex Presidente de Colombia. Que va a decir Usted? déjese de hipocresías Señor embajador, ese es el respeto que Usted dice tener a libertad de reunión en un suelo extranjero donde Usted es un huésped.!? Ese es el respeto que Usted le expresa a un gran líder y ex Presidente de Colombia? que forjó la seguridad como fuente de recursos para que Colombia sea el país en el que Usted actualmente puede vivir sin el peligro terrorista que existía hace una década, y que Uribe supo mermar hasta lo que es ahora. Y que se retiró del poder con el 84% de aceptación de los colombianos.

Para concluir, Usted expresa en la carta: “Semana señala que lo descrito en su artículo parece sacado de una novela de espionaje internacional’, sin embargo, tenemos que precisar, una buena novela de espionaje es siempre verosímil. En fin, en vista de que Semana proclama hacer periodismo, no novelas –aunque sean malas–». Con esta chuchumeca y evidentemente mal intencionada comparación, Usted marca de forma clara su posición de «supuesta incredulidad» a hechos que han sido públicos y notorios, y más bien pareciera intención de encubrimiento, contraviniendo sus mismas palabras en el párrafo donde dice: «En relación con la denuncia de Fernando Balda de un intento de secuestro, el embajador Vallejo expresó que “esta requiere la investigación por parte de las autoridades competentes para esclarecerla y, de comprobarse que es cierta, sancionar a los responsables”. Esta falta de sindéresis se ha destacado en vuestras comunicaciones, inevitable falta cuando se persigue y se pretende descalifica a todo aquel que muestra el rostro oscuro de la tiranía y que no ha cometido más actos que la de defender principios democráticos y velar celoso por el erario nacional. Una muestra más de la persecución en mi contra es la injuriosa y maliciosa declaración de su jefe inmediato, el Canciller Ricardo Patiño Aroca, quien continuando con el marcado estilo de animadversión a mi persona miente de forma descarada ante los medios de comunicación de Ecuador y el mundo diciendo que INTERPOL había emitido contra Fernando Balda una boleta roja, la cual, de acuerdo a la norma internacional se emite en contra de verdaderos criminales que hayan cometido crímenes de lesa humanidad considerados transnacionales, como terrorismo, violación etc. Entre ellos el secuestro que fue el delito cometido contra mí en Bogotá, las aseveraciones del pérfido canciller fueron desmentidas de manera contundente en sendos reportajes por varios medios de comunicación que informaron que la oficina principal de INTERPOL ubicada en Lion Francia había notificado a la policía de Ecuador que no emitirá boleta en contra de Fernando Balda porque después de una investigación independiente llegaron a la conclusión que el caso es predominantemente político. Ver notificación de INTERPOL:

http://www.eluniverso.com/2012/12/06/1/1355/interpol-quiso-emitir-alerta-azul-contra-balda.html

Pero quien demanda al canciller y a Usted señor embajador por tanta injuria e infamia en mi contra? Tal vez yo debería hacerlo. A quedado  comprobada la mentira del Canciller, y desmentida su infamia. Se ha revelado como el afán por hacerme daño ha sido constante, infame, malicioso y perverso.

Es así que con lo anterior, quedan demostradas una vez más las ignominias del Embajador, la animadversión desproporcionada, la persecución política, demencial, y la exigua diplomacia de quinto patio que los padres de la patria ecuatoriana ejercen contra mí mediante las vísceras de pusilánimes agresores.

La verdad no necesita defensa, se demuestra sola. Ese no es un invento de los hombres, es un principio divino.

Fernando Balda.
@fernandobalda

El Rostro Criminal.

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Resulta que a mí me sentenciaron por pedir se investigue el espionaje que realiza la UGSI a opositores y periodistas. Quienes declararon en el juicio en mi contra fueron precisamente el Mayor Rommy Vallejo director de la UGSI y hombre de confianza de Rafael Correa quien es además jefe de su seguridad presidencial, también lo hizo Santiago Mena otro sub director de este organismo de inteligencia. Ambos negaron que la UGSI realizara labores de espionaje lo cual fue usado como principal argumento de la fiscalía y del que se valieron los jueces para condenarme, increíblemente sin investigar mi denuncia, sino que contra todo principio de justicia, equidad y del debido proceso, mi propia denuncia fue usada en mi contra sin siquiera haber sido investigada. Pero como nada es oculto ante los ojos del Señor. hoy se revela en dos sendas investigaciones de revista Vanguardia de Ecuador y Semana de Colombia que el gobierno de Ecuador si realiza espionaje, y no solo la (UGSI) Unidad de Gestión de Seguridad Interna de la Presidencia, sino también la (SENAIN) Secretaría Nacional de Inteligencia; y que lo hacen también a nivel internacional, la Fiscalía de Colombia investiga a una decena de ecuatorianos implicados, entre ellos, ha comprobado que Raúl Luis Chicaiza Fuentes quien es agente de inteligencia en servicio activo fue quien organizó mi secuestro en Bogotá, Chicaiza es un agente de policía con 19 años de experiencia y actualmente presta sus servicios a la SENAIN, sus viajes a Colombia para secuestrarme fueron realizados mediante disposiciones superiores, el montaje para mi secuestro no escatimó en gastos, se usaron vuelos comerciales, hoteles 5 estrellas, vehículos de lujo y se contrató una banda criminal de alta peligrosidad de Puerto Tejada un pueblo ubicado a pocos minutos de la ciudad de Cali, sus contactos para implementar la logística para el delito fueron miembros del ejército de Colombia con entrenamiento militar. Tras mi secuestro se revelan dos aristas más en esta historia; la infiltración de inteligencia ecuatoriana en las reuniones del ex Presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez a quien el dictador ecuatoriano Rafael Correa considera un riesgo para su régimen y la evidente violación a la soberanía de ese país. Recordemos que Rafael Correa es quien fue a la OEA a llorar cual viuda del terrorismo después del abatimiento del tenebroso terrorista alias «raúl reyes» en Angostura – Sucumbíos – Ecuador. Esta vez la inteligencia ecuatoriana se metió hasta Bogotá a pocas cuadras de Casa de Nariño para secuestrar a un demócrata. Pero el presidente de Colombia juan Manuel Santos parece importarle poco, no ha dicho ni pío, esto ante la justa indignación de los ciudadanos colombianos.  Pero lo peor es que se ha comprobado que los organismos de inteligencia del gobierno de Rafael Correa no solo son espías internacionales sino que además son criminales, porque me secuestraron en Bogotá y han cometido contra mí un crimen de Estado que pudo haber tenido como cometido final quien sabe que atroz objetivo. Dios quiso que yo sobreviva a la acción criminal y aborrecible del gobierno ecuatoriano, y que las pruebas irrefutables se hayan revelado para que el mundo conozca de lo que es capaz esta dictadura demencial y enferma del alma. Ahora los criminales no tienen salida, están plenamente identificados y su autoría está comprobada. Chicaiza Fuentes y los demás autores más temprano que tarde deberán ir a la cárcel y decir de quien recibieron órdenes, lo cual solo confirmará lo que ya sabemos. Lo que ha sido revelado hasta ahora solo es la punta del iceberg de las cientos de pruebas que la fiscalía de Colombia y yo tenemos en nuestro poder. Mis Abogados preparan ya las acciones jurídicas en Ecuador y en las cortes internacionales. Actualmente me encuentro encarcelado injustamente pero no pararé de denunciar los delitos de este gobierno. Aunque podrían ser tan osados de querer demandarme también por la actual denuncia. Pero tengo fortaleza porque los criminales son ellos, no yo. Y la justicia divina siempre llega. Las acusaciones que me hace el Rafael Correa y por las que me tiene preso, tienen condenas cortas de hasta 2 años. Contra mí se ha cometido un crimen de lesa humanidad (secuestro) que en Colombia se castiga hasta con cuarenta años de cárcel, es un delito transnacional y no prescribe. No lo olviden.  

No descansaré hasta que se haga justicia.

Fernando Balda
@fernandobalda 

El juicio en mi contra

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Lo que les voy a relatar a continuación los dejará anonadados. El 19 de Agosto de 2009 llegó a una lista corta de medios de comunicación un boletín de prensa que anunciaba que Asambleístas de oposición llegarían a las oficinas del edificio del Fondo de Solidaridad en Quito para atender una denuncia. El boletín se titulaba » Descubren POSIBLE oficina clandestina de inteligencia en donde se REALIZARIA espionaje a ciudadanos con maquinas de intercepción telefónica«. En su contexto el boletín utiliza en todas sus lineas términos como: habría, sería, podría, estaría, tendrían, supuestamente, posiblemente, se presume, existe el rumor. Etc. Cito un párrafo: «que el espacio físico de esta oficina esta dividido en (….) y un lugar especial donde se ocultan cuatro maquinas POSIBLEMENTE para la intercepción de llamadas telefónicas«. Así, cuando se lee todo el boletín no se encuentra ni un solo párrafo que no esté escrito en potencial, advirtiendo la posibilidad de un delito, no afirmándolo, pero si, pidiendo que se lo investigue para verificar si es cierto o no. En ninguna parte del texto da por confirmada ninguna situación. Otro párrafo dice: «Antecedentes: ante el fuerte RUMOR de que el gobierno de Rafael Correa espía e interviene teléfonos de sus adversarios políticos, periodistas y ciudadanos«. Otro párrafo muestra la intención responsable del boletín: «teniendo como antecedente lo ocurrido en Guayaquil con el supuesto centro de computo clandestino, recomendamos a la prensa solo remitirse a los hechos que se estén suscitando en el momento (….) para que luego no sean blanco del abuso de poder del actual gobierno y pretenda cancelar las frecuencias de los medios que cubran la noticia«. Lo cierto es que el día en que se emitió el boletín, algunos medios de comunicación del Ecuador encontraron en dicha oficina todo lo que en el se manifestaba que existía, excepto las maquinas de intercepción telefonica, la oficina donde supuestamente estas se encontraban estaba vacía y no había nada sobre los escritorios (nada) solo cables desconectados. Basados en ese boletín de prensa, Rafael Correa presidente de Ecuador y Alexis Mera su secretario jurídico me acusaron de difundir rumores falsos, desestabilizar la democracia y atentar contra la seguridad del Estado. A la vez que en sus declaraciones en la fiscalía llaman «pasquín» al boletín materia del supuesto delito. Es alarmante que en el Ecuador si alguien denuncia sobre la posibilidad de un delito y aunque sus palabras se refieran a este en POTENCIAL y se exija a las autoridades que se investigue para aclarar si hay o no infracción, el denunciante termine tras las rejas. Peor aun si después que se emitió el boletín materia de esta investigación, yo me acerqué a la fiscalía a pedir que se investigue todo lo que en el decía. Sin embargo mi denuncia fue archivada y mas bien el boletín que entregué en mi denuncia ha sido adjuntado como supuesta prueba en mi contra en el juicio, cuando lo que se debió hacer era investigar lo denunciado que era el contenido del boletín el cual llegó a mi de la misma forma que a los medios de comunicación, por correo. Además quieren acusarme de haber enviado el supuesto «pasquín» como lo llaman mis acusadores, y que contraproducentemente, aunque siendo solo un simple pasquín, hizo que Correa y Mera sintieran alterado el orden publico, desestabilizada la democracia y que se haya atentado contra la seguridad del Estado. Pues de eso me acusan. Seguro me les paro al frente, a estos dos alarmosos y se orinan, y a la segunda se cagan. Pero como si no fuera suficiente el cuento. Resulta que se han pedido innumerables peritajes durante la indagación e instrucción fiscal y ninguno ha logrado determinar que yo soy el autor material del correo electrónico en el que llegó el boletín y mucho menos mi autoría intelectual. Aunque el Boletín decía que quien llegaría al lugar de los hechos a constatar la denuncia serían Asambleístas nunca se llamo a declarar a ninguno de ellos, también se menciona al Parlamentario Andino Fausto Lupera, a este tampoco nunca se lo llamó a declarar. Pero la explicación de porqué no se los llamó es sencilla, la respuesta está en la perfidia del fiscal Raul Salgado, pues como este sabía que Lupera al igual que los Asambleístas goza de inmunidad, se quedarían con los churros hechos al no poderlos llamar a juicio. Pero yo, en ese entonces era solo un ciudadano, aun no había sido elegido como Asambleísta (A), y no tenia posibilidad de revestir mis acciones de denuncia con inmunidad. Por ello la fiscalía me acusa solo a mi, ilegalmente, sobre un delito que nunca existió. Es así que ante un hecho donde no existe actuación punible ni mía ni del o los autores del boletín, se quiere hacer creer que hay delito. Es tan paupérrima la acusación de Correa y Mera que no se necesita usar el código penal para defenderme, sino, solo, un diccionario de la lengua española para leer el significado gramatical de cada una de las 42 palabras y frases usadas en el boletín de prensa. Sin exceptuar en ni un solo párrafo, el contexto de los mismos es enteramente escrito en potencial. El fiscal Raul Salgado, en una actuación por demás cuestionable pretende hacer creer que hubo un delito donde no existió, impulsó la indagación y luego la instrucción fiscal para que, de forma aberrante y escuálida montar una farsa,  acusándome sin tener pruebas válidas, llegando hasta el llamamiento a juicio. Esto es como decir que Fernando Balda asesinó a alguien, pero al llegar al lugar de los hechos no hay ningún muerto, lo peor es que se me acusa de disparar un arma pero no existe ni bala, ni el arma, mucho menos se podrá entonces comprobar la trayectoria del proyectil. Que sería el equivalente al peritaje informático. El cual no existe.

Para demostrar la autoría de un correo electrónico se requiere de una pericia informática. Pero el fiscal Salgado la quiere demostrar con un examen grafológico sobre la firma que yo puse al denunciar el boletín en la fiscalía. Durante las audiencias anteriores el fiscal y el Abogado de la presidencia Diego Guarderas gritaron y patalearon defendiendo sus infames, absurdas y escuálidas acusaciones. Aquí solo caben dos conclusiones o el fiscal y el Abogado de Presidencia son cómplices en el intento de violar la ley y condenar a alguien en contubernio con los jueces del tribunal por un delito que no ocurrió. O son tan ignorantes e incompetentes que ni el significado de las palabras conocen. Haber obviado peritajes, testimonios, testigos, pruebas, interpretaciones gramaticales taxativas etc. Para hacer creer que existe un delito, y mantener a un ciudadano y Asambleísta Nacional (A) preso. eso si es delito. Y lo tendrán que enfrentar también en una corte de manera inevitable.

En condiciones normales un tribunal imparcial, declararía mi inocencia sin vacilar, pero el actual tribunal ha demostrado en las cuatro audiencias fallidas anteriores actuar sumisos al ejecutivo. Incluso el Presidente de este fue destituido después de dictar providencia favorable a mi defensa en la segunda audiencia para que esta se difiera por la falta de los testigos de mi defensa. En la cuarta audiencia sancionaron al Abogado de oficio Javier Villagran por actuar en derecho a mi favor cuando este se rehusó a sumir mi defensa ante la falta de oportunidad para haber conocido el caso y actuar de forma técnica como establece la ley. Ahora al puro estilo «chucky seven» pusieron a un nuevo juez a que presida, para que me juzgue, tal como lo hicieron en el caso de Diario El Universo.

Todo esto, sin duda, es una venganza por mis acciones de denuncia contra la corrupción del gobierno de Rafael Correa. Ilusos si piensan que me van a callar. Estoy preso pero no amordazado.

Queda clara entonces mi total inocencia sobre las acusaciones que infamemente me hacen Correa y Mera, y la persecución política de la que soy víctima. Pero aterroriza el hecho que los ciudadanos no puedan atreverse a denunciar la posibilidad de un delito sin tener que ir a parar a la cárcel porque los jueces han cometido el abominable incesto con el ejecutivo.

Fernando Balda
@fernandobalda

Adiós Colombia.

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Crónica de una deportación para encubrir un crimen de lesa humanidad:

Cuando llegué por primera vez a Colombia -en  2009-, lo hice para escapar de la dictadura que vive mi país, de la persecución cruel de quien intenta encarcelar a todo aquel que denuncia sus delitos.

Al cabo de algún tiempo me uní a la voz de un comercial que ví en televisión “Colombia, el riesgo es que te quieras quedar”, pues su gente, incomparable en bondad, sus paisajes hermosos, y la vida misma en ella prometía muchísimo. Tuve que regresar al Ecuador para seguir cumpliendo mi deber de lucha, cuando mis abogados lograron revocar las órdenes de prisión que Rafael Correa había impulsado ilegalmente en mi contra. Era demasiado bello para ser verdad; solo un año duró la dicha, pues tuve que volver a escapar de la tiranía en 2010. Había una nueva orden de prisión contra mí,  producto de una sentencia de dos años por supuestas injurias que yo habría cometido al opinar y denunciar lo que consideré un acto de corrupción de un alto funcionario cuya oficina estaba junto a la del presidente. Paradójicamente, el funcionario que me demandó se encuentra siendo investigado por los delitos que yo advertí.

El nuevo exilio no supuso tanto dolor como el de la primera vez. Ya  conocía el camino del exilio y en Colombia, donde antes me había sentido seguro, me esperaban buenos amigos para ayudarnos a mi familia y a mí. Desde ese país pude ejercer mi libertad de expresión a través de mi blog y entrevistas en medios de comunicación internacionales, donde seguí la lucha, hasta que el 5 de junio de 2012, en un incidente hasta ahora no aclarado por las autoridades de Colombia, pero que yo si tengo bien desglosado. Policías colombianos me detuvieron en la calle y me llevaron a migración en donde intentaron de forma ilegal y fallida deportarme al Ecuador. A pesar que les entregué vídeos de cámaras de seguridad que registraron a los culpables no hay sancionados. Posteriormente, el 13 de Agosto, solo dos meses después del primer secuestro disfrazado, y días antes de que prescribiera la sentencia que en mi contra existía en mi país; cuando me encontraba en un sector residencial al norte de Bogotá, cinco sujetos en una camioneta doble tracción con vidrios oscuros me secuestraron e intentaron embarcarme en una avioneta en las afueras de la ciudad para llevarme a Ecuador. El crimen se frustró porque la policía logró mi rescate gracias a que taxistas que se encontraban en el sector presenciaron el acto criminal y alertaron a las autoridades.

Ya la Unidad Especial Antisecuestro -GAULA-, junto con la Fiscalía colombiana, investigaron el caso. Se descubrió que quienes fueron a Colombia a organizar y financiar mi secuestro fueron agentes de inteligencia de la Policía de Ecuador, que entraron a ese país en varias ocasiones para implementar la logística, en la que no escatimaron gastos, pues se ha comprobado que se hospedaron en lujosos hoteles, viajaron en avión por todo el país para contratar a los autores materiales, se dotaron de celulares, autos, avionetas y todo lo que necesitarían para ejecutar su crimen.

Yo he denunciado este hecho que fue público y notorio en la prensa, ante el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, al Fiscal General, al Ministro de Defensa, entre otras autoridades, y además ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos CIDH. Había pedido al Gobierno de Colombia que nos dé protección, a mi familia y a mí, pues había también advertido: “que después del primer secuestro disfrazado del 5 de Junio, podría ocurrir un acto criminal más agresivo contra mí… y ocurrió, el 13 de Agosto, así mismo hoy le digo que el próximo atentado contra mi integridad podría tener resultados fatales”. (Extracto de carta que envié a Juan Manuel Santos después del secuestro del 13 de agosto de 2012)

Lamento que a pesar de esa advertencia me hayan quitado la escolta que me habían asignado. Igualmente, intentaron cambiar al Fiscal del caso, mismo que descubrió la autoría de agentes de inteligencia del Ecuador en mi secuestro. Sin embargo para proteger la evidencia le he entregado copia digital de la investigación a dos personas: En Colombia, a al Doctor José Obdulio Gaviria, ex Asesor Presidencial del ex Presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, y en Ecuador a un periodista de una reconocida revista de análisis e investigación política a quien por el momento mantendré su identidad en confidencialidad por obvias razones. La información es contundente y demuestra con pruebas irrefutables la participación material y financiera de agentes de inteligencia de Ecuador en el secuestro que sufrí el 13 de Agosto. Mi familia vivía ya en constante terror y habíamos decidido no continuar viviendo en Colombia, porque el actual gobierno no ha querido brindarle protección a nuestras vidas como es su responsabilidad. Tampoco se ha pronunciado sobre el caso, en donde tendría que condenar no solo el secuestro sino además pronunciarse sobre la violación a la soberanía de Colombia por miembros de inteligencia de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa, al secuestrar a un dirigente opositor.

Es evidente que al Gobierno del Presidente Santos no le interesa hacer nada al respecto, no le interesa que el Estado proteja las vidas de una familia y de un ciudadano extranjero contra quien se ha cometido un delito de lesa humanidad, solo porque este es un fuerte opositor a un presidente que le ha ofrecido apoyarlo en el tan sonado “proceso de paz” (Rafael Correa).

No le interesa al presidente Santos protestar contra el vecino, aunque la Fiscalía haya comprobado que este se le metió hasta pocas cuadras de Casa de Nariño para cometer un acto criminal.

El presidente Correa es el mismo que fue a protestar ante la OEA y armó tremendo escándalo cuando el ejército colombiano abatió en territorio ecuatoriano a un temible terrorista quien estaba protegido en Sucumbíos.

Empieza entonces a visibilizarse en Colombia -entre otras cosas- el rostro de los impulsores de un proceso por la “paz” que juega al póker, donde pagan justos por pecadores, sin importarle la seguridad de vidas humanas y menos la soberanía de Colombia, dos principios fundamentales que se deberían profesar para aspirar lograr con altivez tan añorado objetivo. Mientras aquello persista, los secuestradores ecuatorianos y colombianos que atentaron contra mí, y quién sabe cuántos criminales más, se sentirán amparados por la más alta y reprochable impunidad.

Cuando ya había iniciado gestiones de refugio en un tercer país, y contaba con el beneplácito de sus demócratas autoridades diplomáticas, fui detenido por un grupo de agentes de migración de Colombia, quienes inmediatamente me subieron a una patrulla escoltada por una caravana de vehículos del Estado que iban abriendo velozmente el tráfico. Adujeron que actuaban por pedido expreso de la embajada de Ecuador quien había solicitado mi detención y deportación por una sentencia de dos años de prisión en mi contra emitida en 2010. Yo les expliqué que la sentencia había prescrito y que los supuestos delitos por los que me persiguen en Ecuador son delitos de opinión, que deportarme a un país donde me persiguen por esas causas viola el Acuerdo de San José de Costa Rica sobre los Derechos Humanos, mas aún cuando el gobierno colombiano y migración tenían pleno conocimiento que los criminales que me habían secuestrado en Bogotá el 13 de Agosto, eran miembros de inteligencia de la policía de Ecuador, violando así otro enunciado de la carta humanista al enviarme a un país donde mi vida corre peligro. Pero nada de eso les importó. -Y en un hecho que ventilaré ante las cortes internacionales- Nuevamente se perpetró otro delito contra mí, con la misma constante, quienes lo ejecutaban se sentían amparados por la impunidad. Que tan alto habrá sido el nivel de gestión que fuimos directo al aeropuerto de la base militar. Me impidieron el derecho de solicitar asilo a alguna embajada. Allá nos esperaba en plena pista un avión jet del ejército colombiano con las turbinas encendidas, el vehículo entró hasta la pista, se estacionó junto al avión, de tal forma que al bajarme del vehículo 4 x 4 solo habían tres pasos hasta la escalera de la aeronave que me traería a Ecuador. Durante el vuelo uno de los oficiales de la fuerza aérea me dijo a son de broma “ha estado de suerte amigo, lo han traído en el avión que usa el Vicepresidente” (para sus vuelos oficiales). Cuando llegamos a la base aérea militar de Quito, Correa había enviado a su hombre de confianza y jefe de su inteligencia personal, el capitán Rommy Vallejo, quien se había puesto su mejor traje para recibirme y darme un efusivo mensaje de su jefe en presencia  de todos los que allí se encontraban:“ahora si vas a tener miedo” me dijo. Yo le respondí: “jamás sentiré miedo a criminales” y acoté “ojalá no hayas sido tu quien envió a los agentes de inteligencia que me secuestraron en Colombia. Las causas por las que Ustedes ilegalmente me persiguen son por mis opiniones, y tienen sentencias cortas y que prescriben. El secuestro agravado, en Colombia tiene una pena de hasta cuarenta años de prisión, es un delito transnacional, y no prescribe, no lo olviden”

Tal fue la contrariedad de Vallejo ante mis palabras que cuando me subieron al otro avión (trasbordo) que me llevará a Guayaquil, este se asomó a la escotilla encaramándose en la escalera solo para gritarme “que te vaya bien en la peni -expresión impronunciable-” yo le respondí con igual deferencia al recadero. Con estas emotivas palabras del hombre de confianza del presidente, quedó puesta la firma del régimen y ratificada la persecución política y demencial en mi contra. De estos hechos fueron testigos las autoridades de migración de Ecuador y Colombia allí presentes.

Mediante esta violatoria deportación, el gobierno colombiano pretendió ocultar dos delitos cometidos en mi contra, uno de ellos de lesa humanidad, pues ha quedado demostrado que en estos intervinieron conjuntamente agentes de inteligencia de Colombia y Ecuador. Luego las autoridades migratorias trataron de echarle tierra deportándome para sellar con impunidad su crimen. No contaban con que no hay crimen perfecto. Es así que, con profundo dolor, debido a la inseguridad que vivíamos con mi familia, me preparaba a partir de Colombia, país en donde nació mi última hija. Aunque parezca increíble, intentando escapar de los mismos criminales de los que escapé en Ecuador.  Con un agravante: que a esto se suma el silencio de los que debieron protegerme de acuerdo a las normas del derecho internacional. ¡Es una complicidad parcera! Son dos gobiernos a los que se les puede meter en el mismo saco. Solo que el de Ecuador tiene cara de lo que es: un sinvergüenza mas, dictador del ALBA. El de Colombia es de la misma calaña pero con careta de demócrata, ¡Cuanto peligro!

En 2009, cuando viví mi primer exilio, corría iguales riesgos, pero jamás mi familia y yo nos sentimos tan amenazados y en condición de grave peligro, como lo vivimos ahora. Quise volver a Colombia, pero no tomé en cuenta una gran diferencia: que aquella vez, era otro el Gobierno y otro el Presidente. Aquél tenía y tiene muy claro quiénes son los buenos y quiénes son los malos.

Desde la prisión:

Fernando Balda.

A la verdad no se la puede encarcelar.

NOTA: El equipo de trabajo del Asambleísta Nacional del Ecuador (A) Fernando Balda Flores, manifiesta su repudio al gobierno de Colombia por la infame acción del presidente Juan Manuel Santos en contra de nuestro principal. Nos duele profundamente que el pueblo colombiano tenga esta clase de gobernante capaz de realizar acciones tan perversas en contra de quienes lo ayudaron.Ver Noticia: http://static.elespectador.co/noticias/judicial/articulo-224401-abogados-de-santos-buscan-archivo-del-caso-bombardeo-ecuador

Feliz año 2013.

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Amigos, estoy muy agradecido por su amistad, respaldo y evidencia de grandes hombres y mujeres para con lo que es justo. Que este mañana que se nos viene traiga de frente e irrefutable a la verdad y que esta sepa vencer toda calaña. Que inquebrantable sigan siendo sus principios. Que reciban todo el amor de vuestras familias que merecen todos los hombres y mujeres luchadoras. Que Dios me vuelva a premiar con vuestro abrazo fraterno. Desde este rincón lúgubre del destino, que significa que estamos recorriendo en el camino correcto, lo que hace que esta celda se llene de luz incandescente y certera esperanza; y aunque atado pero no callado, les envió el mas sincero de los abrazos. Que el fin del mundo los pille bailando amigos míos…! Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena…!

Feliz año.

Fernando Balda.